Allá por el año 2003 aprobé las conseguí mi plaza como funcionaria de carrera. Pudiera parecer que “ya estaba todo hecho”, podría decir que ya había alcanzado mis metas pero… nada más lejos de la realidad. Asistí a una charla para nuevos funcionarios y me explicaron el sinfín de “cosas” que tenía que hacer para conseguir puntos y lograr un buen destino. Si a esto le sumas las inquietudes de una persona que nunca para… ¡obtienes un combo explosivo!. Tras este momento, comenzó otra parte de mi educación tanto en lo formal, informal como en lo no formal.
Considero que estamos en continuo aprendizaje queramos o no. Cada persona se mueve por sus inquietudes ya sea simplemente conseguir el truco para pasar una pantalla de su videojuego favorito. Hablamos de la educación informal, aquella que nunca cesar, o debería de cesar. En este punto puedo decir que aprendo cada día de mis errores y mis victorias, aprendo de mis alumnos, de mis compañeros…
Tras este tipo encontramos la educación no formal. Mucho me he movido también en este campo. Se lleva a cabo fuera del sistema educativo reglado y sin que haya una voluntad certificadora expresa aunque con intencionalidad por parte del sujeto que aprende.
Por último, llega el aprendizaje formal, aquel en el hay una certificación, se lleva a cabo en un proceso institucionalizado, en un centro educativo, universidad, escuela de idiomas…. Por raro que parezca, en este campo me he movido bastante desde que aprobé la oposición ya que adquirí nuevas especialidades, una licenciatura y la certificación por la escuela oficial de idiomas. Por ello, mi modo de aprender toca cada uno de los apartados estudiados: educación formal, informal y no formal.
Considero que el individuo tiene necesidad de aprender por naturaleza. Maestros, médicos, enfermeros, cirujanos, cocineros, peluqueros, electricistas… toda persona necesita aprender y continuar avanzando día a día. Quedarse estancado, anquilosado, puede llevar a un estado depresivo de la persona. El conocimiento, por cualquiera de las vías que se produzca, nos hace libres, nos hace mejor persona. Nosotros, como docentes, no podemos quedarnos estancados, la sociedad avanza, nuestro alumnado avanza y nosotros no podemos quedarnos de brazos cruzados. Es por ello, que continúo mi formación para alimentar esa sed de conocimiento y de nuevas técnicas que se adapten y lleguen mejor a cada uno de mis alumnos.
Actualmente, con el uso de internet, es mucho más fácil. Considero que ando formando un buen PLE que me permite estar en contacto con muchos profesionales de la formación, cercanos o residentes en otros puntos del planeta, que hacen que vaya avanzando y mejorando día a día. Redes como Facebook o Twitter hace que vea novedades día a día, además de ello, comunidades como PROCOMÚN o TICHING, hacen que esté en contacto con recursos que puedan serme útil en mi día a día.
Como recomendación para un docente que quiera formarse le diría que es muy importante construir un buen PLE y por ello, pertenecer a esas comunidades de aprendizaje y tener “buenos contactos” docentes, son la base para comenzar en ese camino.
Por último, me gustaría cerrar mi aportación con la cita del gran George Bernard Shaw: “Si tú tienes una manzana y yo tengo una manzana, e intercambiamos las manzanas, entonces tanto tú como yo seguiremos teniendo una manzana. Pero si tú tienes una idea y yo tengo una idea, e intercambiamos ideas, entonces ambos tendremos dos ideas.”